Antes de Internet yo no sabía quién era John Pemberton. Ahora, gracias a la nueva campaña de publicidad de Coca Cola y a la web dedicada al spot, he sabido que fue el responsable de la receta original. No me gusta especialmente esta bebida refrescante de extractos y casi todo lo que sabía de ella son los mitos urbanos adquiridos en mi infancia y que se han ido acrecentando con el paso del tiempo: que si la fórmula secreta se guarda en una caja fuerte con cinco llaves en posesión de cinco directivos que, obviamente, no pueden viajar a la vez en el mismo avión. Que si es el mejor aflojatornillos porque «se lo come todo». Que si metes un trozo de carne y lo dejas una noche, a la mañana siguiente no hay rastro de la carne…

Intrigante cuando menos. Lo que me ha llevado a escribir esta anotación es la campaña publicitaria, denominada «Pemberton». El encargo ha recaído sobre el estudio argentino de diseño SANTO que ya había trabajado para la marca anteriormente. Junto a un minimalista y limpio spot (por cierto, creo que la voz en off es de Rosa María Mateo) la valla publicitaria es igualmente minimalista, con un perfil sangrado de la clásica botella de cristal y un minúsculo bloque de texto compuesto en mayúsculas con el color rojo corporativo: SIN CONSERVANTES AÑADIDOS. SIN AROMAS ARTIFICIALES. DESDE 1886.

Estéticamente me encanta. Dos golpes bien definidos: imagen identificativa de la marca y texto claro y contundente. Chimpún.

Cuando vi el cartel por primera vez pensé: «¿sin conservantes?» Abrí la nevera y saqué una botella de dos litros. Miré en la etiqueta los ingredientes: agua carbonatada, azúcar, colorante E-150d, acidulante E-338 y aromas. Conservante no, pero colorante sí. Haciendo una búsqueda simplona en Google leo que el misterioso E-150d es «Caramelo sulfuroso-amoniacal, Caramelo clase IV». Mmmmm… sulfuroso-amoniacal, qué evocador….

Creo que no me apetece saber la lista completa de aromas y extractos de la receta super secreta…