Hoy retomo a una de mis fascinaciones: la grafía en los tatuajes. Ignoro cuáles son las tendencias más actuales y quizá ese sea uno de los atractivos de los tatuajes, que gran parte de la información está oculta. Yo me centraré en la caligrafía.
Parece que asistimos a un cambio de tendencias de las calaveras incendiadas, los códigos de barras, los brazaletes de grecas, tribales y filigranas… y se abre paso una interesante corriente basada en la caligrafía.

 

Boceto previo de un tatuaje caligráfico

A la disciplina de diseñar palabras de caligrafía única se la denomina en inglés lettering. En el diseño gráfico tiene un importante hueco en el mundo del branding, ya que muchas marcas recurren al lettering como alternativa al uso de tipografía convencional a la hora componer logotipos de marcas y productos.
Por lo que en este caso nos encontramos con un cruce de disciplinas: el tatuaje y la caligrafía. Tras ver muchos trabajos de tatuajes caligráficos resulta evidente que hay una separación importante entre los tatuadores: aquellos que trasladan a la piel del cliente un diseño ya hecho y los que diseñan el dibujo desde cero. Y cuando hablamos de verdaderos calígrafos me viene a la cabeza la figura de los grafiteros. Hablamos de dos disciplinas que han servido de influencia e inspiración para toda una corriente de diseñadores gráficos y tipógrafos. Un camino de ida y vuelta.
En los tatuajes, lo que sí es evidente es que hay una fuerte tendencia a elegir tipos de letra con una característica común: cursivas con trazos de fantasía y góticas con fuertes remates.

Tipografía Old English

Tipografía Fraktur

Os dejo una selección de fotos cedidas amablemente por el estudio de Nueva Zelanda Otautahi Tattoo: