fachada

Ya sólo el nombre suena bien: Radio Electra. Era una tienda de componentes electrónicos en la calle Hortaleza de Madrid. En ella compré mis primeros cables por metros para hacer las conexiones de audio de mis equipos. Eso sucedía en los felices ochenta.

Hace poco pasé por allí y descubrí que el negocio ya no existe y el local se alquila. Lo único que queda es el precioso rótulo que corona la fachada. Me encanta, representa un oficio y un estilo fuera de uso. El rotulista… ya sé que queda más moderno decir lettering, que en muchas partes del mundo vuelve a resurgir con fuerza. Pero nuestro idioma conserva ese término tan descriptivo: rotulista. Personas con una caligrafía impecable, con capacidad para convertir espacios comerciales en pequeñas obras de arte callejeras, cotidianas.

No podía dejar pasar esta ocasión para rendir mi particular homenaje al oficio. Me he propuesto digitalizar el rótulo, sin ánimo de precisión, simplemente que el trabajo no se pierda en el olvido y degustar las curvas que otra persona tuvo a bien materializar.

Comenzamos.

bocetos