Siempre que leo un texto sobre composición tipográfica uno de los consejos/norma que más se repite es la contención. Contención a la hora de elegir familias para llevar a cabo el proyecto a desarrollar. Dos o tres familias con sus respectivos pesos ha de ser suficiente para completar casi cualquier trabajo.

Hoy me he encontrado con esta bolsa de patatas fritas con sabor a huevo frito que me ha maravillado. Es un auténtico compendio de lo que no se debe hacer… ¡nada menos que seis familias tipográficas en un envase de un palmo de alto! Y además tenemos donde elegir: script, de palo seco, egipcias, display… juntas y revueltas. ¡Hasta el año lleva el punto separador de miles!.

Eso sí, me he quedado con ganas de probarlas y saber hasta qué punto se puede perdonar el desastroso diseño de su envase.