No me gusta el fútbol especialmente. Me gusta incluso menos hablar de fútbol. Pero el caso que me ocupa va relacionado directamente con este deporte. Por si acaso eres un extraterrestre recién llegado a la Tierra o has estado practicando submarinismo de forma ininterrumpida durante la última semana, España ha ganado la Eurocopa. Sí.
Y yo, que veo poco la tele, me he enterado por la prensa que Nike ha lanzado una campaña publicitaria con cinco jugadores de la selección española (los cuales, obviamente, tienen jugosos contratos de publicidad con la citada marca: Iniesta, Fabregas, Puyol, Ramos y Torres). Junto a un despliegue de carteles estáticos en la calle, hay un spot televisivo de un minuto en el que los cinco jugadores seleccionados, con actitud dolorosa y como si sus manos les dominaran, se escriben en sus torsos desnudos frases alusivas a lo que la gente opina de la selección española. Secuencialmente podemos leer cómo se escriben los mensajes:
– «El 82% dice que no hay líder»
– «El 91% dice que no hay magia»
– «El 78% dice que no imponemos respeto»
– «El 90% dice que no sienten la roja»
– «Pasa al siguiente nivel»
Claro, después de ganar una Eurocopa, mola mucho. Más todavía cuando el despliegue mediático ha sido brutal. Pocos eventos recuerdo con una cobertura, seguimiento e intensidad tan aplastantes como esta pasada Eurocopa. Nadie les va a enseñar a los creativos de Nike cómo se aprovechan las oportunidades. Pero a mí el mensaje de fondo me deja pensando… «Pasa al siguiente nivel»
>Hablando del tema gráfico, que fue lo que me impulsó a escribir este post (recuperando así la temática del blog), la idea de la escritura sobre el cuerpo no es nueva. Tirando de memoria y Google he encontrado otros dos ejemplos anteriores basados en la escritura corporal: La portada del disco de Lou Reed «Set the twillight reeling» (diseñada por Stefan Seigmeister):
Y el cartel de la película «El número 23» (no he conseguido encontrar el nombre del autor del cartel):
Aunque el símil más cercano a la campaña de Nike lo proporciona el propio Stefan Seigmesiter, que se «auto-acuchilló» el cuerpo para anunciar una exposición propia. Según sus explicaciones, se trataba de reflejar lo «doloroso» que resulta el proceso de parir un diseño:
Postdata: que nadie piense que yo pienso que todo está inventado…
Nunca me han gustado demasiado los tatuajes… pero reconozco que las frases de ese modo, sobre la piel, como arañadas, me producen inquietud y fascinación a la vez, por partes iguales. ¿Estoy mal doctor?, ¿serán las palabras?, ¿los cuerpos?, yo así me compro lo que sea, ¡faltaría más!.
Muy bueno y afilado como siempre. Un abrazo