Pues sí, parece que el tiempo va pasando y enterrada en un cajón apareció una hoja de letras transferibles… Letraset. Ahí la tienes, la Helvetica mirándote detrás de un papel de transferencia, lista para ser frotada contra un papel.

Qué salto tan vertiginoso me acaba de dar la memoria al verlo, recuerdo perfectamente las palabras que compuse con esta hoja.

¿Me pasará lo mismo dentro de 25 años al ver las tipografías digitales?